martes, 28 de febrero de 2012

Buenos y malos trabajadores

“La benevolencia del rey es para con el servidor entendido;
mas su enojo contra el que lo avergüenza”.
(Proverbios 14:35)
En toda organización o empresa hay dos tipos de servidores,
aquellos que se destacan por su labor bien hecha y aquellos que dejan mucho que
desear. Los primeros, son de alivio para
el gerente o líder, los segundos, no dejan de ser un dolor de cabeza.
A lo largo de la historia, los teóricos de la administración
han debatido a que se debe que unas personas sean más productivas que otras; y
han surgido todo tipo de posiciones.
Aquellos que defienden las condiciones higiénicas laborales, es decir,
crear condiciones para que las personas trabajen sin ningún contratiempo.
Aquellos que se enfocan en la persona y tarea del líder, y en
su habilidad para organizar y dirigir equipos; aquellos que consideran que el
enfoque debe estar en los valores corporativos que le dan significado a la
tarea y en consecuencia, valor, significado y motivación a lo que cada persona
hace.
Y por supuesto, quienes se enfocan en el trabajador, sus
actitudes, sus aptitudes y compromiso con la organización. Hoy en día, en la mayoría de las empresas, ya
no solo se tiene en cuenta el cociente intelectual de las personas sino su
cociente emocional; la manera como la persona sortea sus desafíos o
dificultades.
¿Que Jefe, líder, gerente no quisiera que todos sus empleados
fueran “Triple A”? En la práctica sabemos que no es así. Mientras hay quienes superan las expectativas
y dan mucho más que una milla extra, hay otros que no cumplen ni siquiera con
el mínimo esperado.
Curiosamente, los que menos producen son los que mas exigen,
los que mas se quejan, los que mas se enferman, los que retrasan las tareas, los
objetivos; aquellos que menos resultados le generan a la empresa son las cargas
mas pesadas.
Es innegable que un gerente prefiera trabajar con aquellos
que son parte de la solución y no del problema, aunque en el liderazgo, el
asunto es a otro precio; porque una de las responsabilidades del líder está en
preparar, formar personas y lograr un equilibrio entre los que hacen mas y los
que hacen menos.
Cada persona debe definir en que bando quiere estar, si entre
aquellos que hacen bien su trabajo y prosperan por mérito propio; o en el bando
de aquellos que no hacen ni dejan hacer, y mas bien se convierten en una carga
o talanquera para quienes si quieren salir adelante. Muchos quieren gozar del privilegio, pero no están
dispuestos a pagar el precio.

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