sábado, 21 de enero de 2012

La cultura del endeudamiento

“Si no tuviereis para pagar, ¿Por
qué han de quitar tu cama de debajo de ti? (Proverbios 22:27)
“Pague lo que debe y sepa lo que
tiene”, es el consejo que nos ofrecen los abuelos iluminados con la sabiduría de
los años. Y aunque parece muy razonable tomar en cuenta esta recomendación, muy
pocos lo hacen, porque la gran mayoría han ingresado al oscuro laberinto de las
deudas y no saben como salir de allí.
El problema con las deudas es que
no solo es un asunto coyuntural sino cultural; hay personas que creen
firmemente y lo profesan como una religión, que para tener algo en la vida hay
que endeudarse; y muchos no han salido de una deuda y ya están entrando en
otras; o la filosofía de muchos, que es abrir un hoyo mayor para “tapar” unos
menores, ignoran que “quien cava fosa caerá en ella”.
El precepto define claramente una
deuda, “sino tuvieres para pagar”, es decir, una deuda es una obligación que se
adquiere, para la cual no se cuenta con capacidad de pago; muy diferente a un
compromiso financiero, que es una obligación que se adquiere, pero existen
ingresos fijos con los cuales cubrir ese pasivo. Se recomienda, el 20% de los ingresos,
destinarlo a pagos a terceros.
Aquellas expresiones, “Dios proveerá”,
“Como sea le pago”, “de alguna manera tengo que reventar para eso”, denota la
poca o ninguna posibilidad de la persona de pagar, y si es muy posible que
termine reventándose, porque no haya forma de cancelar esa deuda, que no está
congelada en el tiempo, sino que con el paso de los días, va creciendo su monto
por los intereses de manera cada vez mas critica.
La mejor recomendación para una
persona que desea realmente ser libre económicamente es la compra de contado. Es
decir, suprimir el crédito. ¿Cuántos han convertido sus tarjetas de crédito en
tarjetas de descredito? No estamos en contra del crédito, siempre que se sepa
manejar, pero es prohibido para alguien que está atrapado en el cenagoso fango de
las deudas.
Para salir de deudas, lo primero
es querer ser libre de deudas y para ser libre, hay que pagar las actuales o
cuentas vencidas y no meterse en más deudas. El asunto es que hay personas que
no tienen la actitud de ser libres, y así tengan para pagar no lo hacen, y
siguen por esa ruta, hasta terminar colapsados por completo.
De algo puede estar segura una
persona endeudada hasta el cuello, y es que, antes que le quiten la cama, hace mucho
rato perdió el sueño. El asunto está en tomar la firme determinación de salir
de deudas, y no volverse a endeudar; esto es un proceso que toma tiempo,
demanda paciencia y mucha disciplina financiera. Pero si usted es firme en este propósito,
tenga la seguridad, que al final lo va a alcanzar. Usted será libre de todas sus deudas.
Y esta es una de las experiencias
más saludables y placenteras que una persona pueda tener, saber que no le debe
un solo centavo a nadie; que cada moneda que recibe le pertenece a usted y a su
familia, a nadie más. Y solo entonces
usted podrá disponer de su dinero, porque entonces será suyo realmente, para
darle el mejor uso en el presente y la mejor inversión para el futuro. Por Alexander
Dorado Alban.

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